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El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA-H) esta compuesto por tres subtipos: Predominantemente inatento, predominantemente hiperactivo-impulsivo o combinado.

El tipo predominantemente inatento o comúnmente llamado Trastorno por Déficit de Atención o TDA, involucra falta de atención y concentración, así como también un comportamiento de distracción. Los niños que padecen de este subtipo no son excesivamente activos y tampoco interrumpen las clases; más bien ellos típicamente no completan sus tareas, se distraen con facilidad, cometen errores imprudentes y evitan actividades que requieren de trabajo mental continuo y de mucha concentración. Y como no interrumpen, es más probable que dichos síntomas se pasen por alto.  A estos niños con frecuencia se les malinterpreta como perezosos, desmotivados e irresponsables.  Ellos representan aproximadamente el 30% de todos los individuos que padecen del TDAH.

 

Los niños con déficit de atención o TDA, presentan en muchas ocasiones confusión e inatención, lo que les lleva a una pérdida importante de la información. Generalmente, presentan un tempo cognitivo lento. Tiene dificultades en la memoria de trabajo y en retener información nueva. Todo ello ocasiona que  en las instrucciones orales o escritas cometan errores. No se caracterizan por ser niños agresivos, con lo cual no suelen tener demasiados problemas en crear amistades entre iguales.

TDAH y Agresividad infantil

 

La desobediencia y la agresividad infantiles y juveniles son dos de los problemas que más angustian a los padres porque es difícil afrontar las situaciones que se desencadenan y establecer modelos de conducta que hagan cambiar a quienes presentan tales conductas. La necesidad de cambio es imperativa porque las actitudes agresivas derivan en conductas antisociales y en fracaso escolar en el caso de los menores y, si hablamos de adultos, en inadaptación y delincuencia.

La agresividad en el TDAH es uno de los síntomas prominentes en su presentación clínica y hasta en un 54 % este síntoma afecta de manera significativa a la calidad de vida de ellos mismos y de sus familias. Los estudios que se han realizado hasta el momento han concluido que los pacientes con TDAH presentan en general más comportamientos de tipo agresivo que la población general. Es el subtipo TDAH combinado el que más frecuentemente presenta esta asociación sintomática. Además existe una correlación entre la gravedad del TDAH y la aparición de conductas y/o comportamientos agresivos. Es decir cuanto más grave es el cuadro de TDAH más graves son las conductas agresivas y cuanto más grave la agresividad peor evolución tendrá el TDAH.

 

Psicológicamente, podemos definir la agresión, siguiendo a Berkowitz como `cualquier forma de conducta que pretende herir física o psicológicamente a alguien.`

La OMS (Organización Mundial de la Salud), dependiente de la ONU, en la clasificación CIE-10 de trastornos del comportamiento y mentales, se pronuncia respecto a la agresividad diciendo que es la expresión de trastornos disociales, tanto en adultos como en niños. Continúa diciendo que entre sus características está la intención de herir: el agresor busca intencionadamente hacer daño al agredido.

  • La Asociación Americana de Psiquiatría, en su clasificación, establece varias categorías dentro de la agresividad infantil y adolescente.

  • Agresividad que origina daños en las cosas y bienes. Por ejemplo, incendiar o destruir propiedades ajenas como venganza o con intención de perjudicar.

  • Agresividad que provoca amenazas y daños físicos a animales y personas. Puede ir en escala, desde el fanfarroneo, la amenaza o la intimidación hasta los malos tratos y la crueldad física.

  • Transgresiones graves de las normas: escapar de casa, volver fuera de horas o de madrugada, faltar a clases, etc.

  • Robos y fraudes, normalmente dirigidos a vehículos, al propio hogar o a terceros.

Puede comprobarse que el último objetivo de todos estos comportamientos es herir, a esto llamamos agresividad emocional u hostil pero, no siempre ocurre así.

Puede darse casos en que la agresividad busca otros resultados, denominándose agresividad instrumental pues esta se convierte en mera herramienta para alcanzar ese otro objetivo.

Aspectos generales del TDAH en la infancia

 

El Trastorno por Déficit de Atención (TDAH)  es el más frecuente de los trastornos del neurodesarrollo infantil,  una patología generalmente diagnosticada en la edad infantil y que afecta a entre un 6 y un 10 por ciento de los niños.

Los síntomas más frecuentes del TDAH son la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad, que no siempre aparecen de manera conjunta y frecuentemente suelen ir acompañados de otros trastornos.

Además, se ven alteradas algunas de las tareas cognitivas como la memoria de trabajo, la inhibición (motora, cognitiva o emocional), la atención selectiva y sostenida, fluidez verbal, planificación, flexibilidad cognitiva y control de las interferencias.

Podríamos decir que las características más señaladas del niño con TDAH de los 6 a los 12 años serían:

1- Atención y concentración:

Dificultad a la hora de establecer un orden en  tareas o pequeñas responsabilidades en casa.

Les cuesta "ponerse en marcha" (para vestirse, hacer los deberes?) pues se distraen fácilmente con cualquier otro estimulo.

Presentan problemas para mantener la atención hasta finalizar sus tareas (hacen dibujitos, se distraen con el lápiz?)

Pierden u olvidan cosas necesarias (agenda, abrigo, bufanda, cartera, deberes, etc.).

Parecen no escuchar cuando se les habla.

Olvidan realizar sus tareas cotidianas (Cepillarse los dientes, recoger la ropa?).

                       

2- Impulsividad:

Con frecuencia actúan sin pensar.

Hablan en momentos poco oportunos o responden precipitadamente a preguntas que incluso no se han terminado de formular (delante de una visita, en clase?)

Les cuesta obedecer a las órdenes, no porque no quieran obedecer, sino  porque no están atentos cuando se les formulan.

Suelen ser poco precavidos y olvidan planificar (se ponen a hacer los deberes sin el material).

3- Hiperactividad:

A menudo mueven los pies y las manos o se levantan de la silla.

Van de un lugar a otro sin motivo aparente.

Se balancean sobre la silla.

Juguetean frecuentemente con pequeños objetos entra las manos.

A menudo canturrean o hacen ruidos inapropiados con la boca.

Hablan en exceso.

Durante el juego les cuesta esperar su turno y jugar de forma tranquila.

Suelen ser considerados como molestos, ruidosos e infelices y tienden a resultar antipáticos y a ser rechazados por sus iguales. Los padres y los profesores, por su parte, suelen ser más autoritarios, controladores e invasivos con los niños con TDAH en comparación con los niños sin el trastorno. Por ello, aun cuando los niños con TDAH no sean agresivos o desobedientes, por sus características personales pueden sufrir experiencias interpersonales negativas, que repercutan a la larga en el desarrollo de diversos problemas sociales.

Este trastorno genera en los niños problemas escolares y sociales. En muchos de los casos suele informarse de la existencia de mal comportamiento y problemas sociales.

© 2017 TDA CREADORA BERRONES ANDREA 8 A

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