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Lo más recomendable cuando una familia se encuentra perdida por la sospecha o por haber recibido noticias del centro escolar, es acudir al especialista médico de atención primaria, el pediatra. A él podemos contarle por qué tenemos sospechas de TDAH, o hacerle llegar un informe del centro escolar donde se recojan las sospechas que puedan tener los profesores.
De esta forma, podremos comenzar un proceso que suele llevar tiempo, ya que deben pasarse determinadas pruebas, ser derivados a especialista de SMIJ y realizar un diagnóstico diferencial para descartar otras patologías. El fin de todo este proceso es contar con un diagnóstico certero, para poder comenzar la intervención.
 

Ya tengo el diagnóstico de TDAH, ¿qué debo hacer?
 

Nuestra recomendación siempre es la misma, formación e información. Es muy importante que los padres y familiares más cercanos al niño se formen y aprendan todo lo posible sobre el trastorno, para que puedan desempeñar en casa, de la manera más efectiva, su labor como co-terapeutas.
 

Para ello podéis encontrar mucha información en libros, en las escuelas de padres, en el centro escolar, en las Fundaciones o Asociaciones especializadas., etc. Una de nuestras labores más importantes, desde nuestro punto de vista y además de la intervención directa con afectados, es la divulgación e información del TDAH: página web, charlas a profesorados en los centros escolares y a AMPAS, escuela de padres, etc.
 

¿Qué debo hacer par que el centro escolar tome medidas con mi hijo?
 

Debemos recordar que no todos los niños con TDAH presentan necesidades educativas. Para determinar si sí las presentan o no, desde el centro escolar el orientador o el EOEP correspondiente debe realizar al alumno con diagnóstico de TDA una evaluación psicopedagógica cuyos resultados e interpretación determinarán si el alumno en cuestión presenta necesidades educativas o no. En el caso de que sí las presente, recordemos que en el informe de evaluación psicopedagógica hay unos apartados específicos de recomendaciones tanto para el centro escolar como para la familia.
 

¿Es necesario apoyo fuera del centro escolar?
 

Existe la posibilidad de acudir, de manera externa al centro escolar, a gabinetes, equipos profesionales de Fundaciones o Asociaciones o especialistas en la materia para trabajar con los niños en reducación en diferentes aspectos. Es lo que nosotros llamamos atención psicopedagógica, donde se trabaja sobre los diferentes aspectos, dificultades y síntomas nucleares que presentan de manera generalizada los niños con TDAH.

Sospechamos que nuestro hijos puede tener TDAH, ¿qué pasos debo dar?
 

 

Consejos para una comunicación asertiva y afectiva en familia

 

La comunicación se estructura sobre dos pilares fundamentales: hablar y escuchar. Los errores comunicativos generan fallos en el envío y recepción de los mensajes. Cuando estos fallos se producen en el foco familiar, la mala comunicación da como resultado conflictos directos y tensiones emocionales. Cuando por el contrario no existe comunicación, se produce un distanciamiento afectivo entre sus miembros.

Mejorar la comunicación supone tomar conciencia de "lo que se dice", "cómo se dice" y "cómo uno escucha". El primer paso es, adoptar una actitud proactiva y más reflexiva a la hora de inicar la comunicación.

A la hora de escuchar:

  • Escuchar con comprensión y cuidado lo que la otra persona trata de comunicarnos.

  • Transmitir que hemos recibido su mensaje (feedback).

  • Intentar no distraerte con otra cosa que no sea escuchar al compañero/a (garabatear, jugar con la ropa, jugar con accesorios, etc…).

  • Realizar gestos y sonidos que indiquen que estás escuchando (acercamiento, aproximación, mirar a los ojos).

  • No interrumpir ni cambiar de tema (los temas de empiezan y de terminan en orden).

  • Identificar y destacar los sentimientos del otro ("¿y tú cómo te sientes...?").

  • Hacer preguntas si no hemos entendido algo de lo que nos han contado ("¿entonces si he entendido bien, tú...?").

  • NO aconsejar, NO criticar ("yo creo que lo que deberías hacer…", "intenta no pensar en ello", "yo en tu lugar no habría hecho eso…").

  • No pensar en lo que se va a decir.

  • Respetar el turno de palabra.

  • Permitir los silencios.

  • Preguntar por las preocupaciones, necesidades y dificultades.

  • Fijarnos y analizar el lenguaje no verbal

  • Demostrar que se está comprendiendo lo que te están contando ("entiendo lo que dices", "imagino cómo te debiste sentir...", "entiendo tu reacción...")

  • Mostrar interés mediante estas fórmulas:

- Clarificar ("¿Puedes contarme más sobre esto...?").
- Parafraseo ("Entonces lo que me estás diciendo es que…")
- Ecos (emplear sus mismas palabras)
- Resumen (proporcionar un feedback de las ideas generales y/o el grosso del mensaje)

 

A la hora de hablar:

  • Hablar desde una comunicación del YO:

‒ "En mi opinión…"
‒ "Yo pienso / yo creo…" 
‒ "Yo siento…"
‒ "Me gustaría expresar…" 
‒ "Deseo…/ Necesito..."
‒ "Debo…"

 

  • Decir NO de forma asertiva:

‒ Di lo que opinas de forma directa, sin dar excusas.  
‒ No sientas culpa por negarte a hacer o decir algo que no quieres. 
‒ Expresa qué quieres que ocurra. 
‒ Ofrece alternativas (" ¿Y si en lugar de...?", "Quizá le interese a otra persona...", "En mi opinión también sería interesante..."). Igualmente las alternativas propuestas pueden ser acogidas o rechazadas por el grupo. 
‒ Procurar un acuerdo viable ("hoy no me aptece, si te parece bien podemos ir mañana").

© 2017 TDA CREADORA BERRONES ANDREA 8 A

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